La piel del cuerpo es una barrera aislante que resguarda el interior del cuerpo. Expuesta al calor es mala conductora, le toma mucho tiempo para subir su temperatura. No obstante, con una gran cantidad e intensidad de calor se puede provocar daño sobre ella.
A los 43°C la proteína del cuerpo humano comienza literalmente a cocinarse.
A los 48.8°C provoca quemaduras de segundo grado.
Hay muerte celular a los 50°C, con la desnaturalización de la proteína.
A los 60°C provoca la coagulación de la proteína.
Como punto de referencia para comparar, el termostato común de los boilers a gas controla la temperatura de calentamiento del agua en 68°C, el termostato del calentador eléctrico lo detiene al llegar a 60°C. Estos boilers se usan de manera cotidiana y no se usa válvula mezcladora, el usuario final ha crecido usando esa temperatura de agua caliente.
Con la tecnología solar y en específico los de colector solar por tubos al vacío, algunos de ellos son susceptibles de lograr temperaturas de calentamiento del agua superiores a los 68°C.
Para ellos se sugiere instalar una válvula mezcladora, para asegurar que no se envíe agua a los servicios a más de 50°C.